Suavecito, de manera natural, casi imperceptible, así se están forjando ( socializando) las nuevas generaciones en la aceptación de la cultura de la violencia como forma de dirimir cualquier relación y/o diferencia entre individuos o grupos. Los adolescentes y jóvenes de hoy, casi no muestran preocupación o sorpresa alguna cuando explota la violencia en nuestro Estado; y aún más, decenas, cientos de jóvenes, tal vez miles, comienzan a identificarse en el estereotipo de los delincuentes y las bandas, organizadas o no.
Es terrible realidad sólo nos indica la crisis de las instituciones, solo nos indica la incapacidad, la negligencia, la soberbia, la altivez, la ignorancia, o lo que se quiera, de quienes somos responsables de su conducción o formamos parte de ela, sea en nuestro entorno inmediato: la familia, o sea cualquier otro donde tengamos relación.
Mientras sigamos así, indiferentes, anteponiendo nuestros intereses, la avaricia, el primero yo y por último yo, no nos quejemos y tengamos la humildad de aceptar que poco hemos hecho. Sigamos pues, " enrejados", en nuestros hogares viviendo en "la seguridad" de nuestra casa y ver como se destroza la sociedad, mientras no nos toque a nosotros.
1 comentario:
Muy bien por esa entrada
hay que retomar esta discusión entre todos, reflexiones, ideas, etc
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